“Mi nombre es José Marvel Zamora, tengo 55 años, soy firmante de paz, salí de prisión gracias al Acuerdo de Paz y tengo una hija de siete años. Lo primero que hice fue estudiar administración de empresas, una especialización en gerencia de proyectos y luego una maestría en alta gerencia que en este momento estoy en trámites de grado.

Traté de emprender, pero fracasé varias veces. Ser emprendedor es difícil, primero porque cuando estábamos en la guerrilla pues allá todo nos daban, entonces nadie tenía que emprender, pero, por otro lado, el guerrillero era muy trabajador y creativo, hasta en la cocina. Y si unimos esto con un poco de formación, algo de preparación técnica y académica, pues pensamos quizá esto pueda funcionar.
 

Con esa idea iniciamos con el negocio de la lechona. Lo emprendimos con un amigo que no es firmante, el negocio se llama ‘Hoy toca comer Lechona’. Vendemos todos los productos que se pueden sacar de Lechona: Hay ‘perrochón’, ‘hamburguechona’ y ‘dorilechona’.
 

Lo más importante de este proyecto productivo es que todo gira en torno a los proyectos productivos de la paz. Los cerdos los producen firmantes de paz en Boyacá y Cundinamarca; los uniformes que usan los compañeros que trabajan acá son producidos por un proyecto de confecciones de firmantes que se llama Soberanas, hasta los huevos de codorniz que usamos en algunos platos son hechos en una granja donde lo producen compañeros firmantes de la paz. 
 

Todos estamos bajo una asociación de firmantes de paz que se llama Asocum, que une a 250 personas, 120 de ellas firmantes de paz. Todos apostando por un país en paz”.

José Marvel Zamora es uno de los #RostrosDelAcuerdo.