Mujeres firmantes de paz en Nariño se gradúan en formación política con agenda étnico - comunitaria

14 Jul 2025

Mujeres firmantes de paz en Nariño se gradúan en formación política con agenda étnico - comunitaria


32 mujeres firmantes del Acuerdo de Paz del pueblo de los Pastos en Nariño culminaron exitosamente la ‘Escuela de formación política para mujeres firmantes y comunidades’, impartida por la Ruta Pacífica de las Mujeres, en convenio con la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN). Una apuesta por potenciar los liderazgos en seis departamentos: Nariño, Putumayo, Cesar, Valle del Cauca, Cundinamarca y Caquetá.
 


En la vereda Tallambí, ubicada en el municipio de Cumbal, al sur de Colombia, donde el río San Juan marca la frontera natural con Ecuador, un grupo de mujeres de diferentes edades participó sin falta durante ocho meses de la ‘Escuela de formación política para mujeres firmantes de paz y de la comunidad’, que consistió en jornadas educativas mensuales, tres espacios de incidencia y un intercambio de experiencias en el Cauca. 

“La Escuela nos cambió nuestra manera de pensar, nos abrió la posibilidad de hacer incidencia política, postular a proyectos y cuidar de nosotras mismas. Nos ayudó a organizarnos, agruparnos más y a pensar en las demás mujeres del Resguardo de Mayasquer”, explica Marcela Pepinosa, quien lidera la Asociación de Mujeres en Minga por la Paz (ASOMMIPAZ), conformada por firmantes de paz y personas de la comunidad, para el fortalecimiento de proyectos productivos y la mejora de las condiciones de su territorio. A sus 29 años ha estado involucrada en otros procesos comunitarios; actualmente es una de las representantes en el Consejo Departamental de Reincorporación (CDR) y forma parte del equipo para la implementación del Programa Especial de Armonización (PEA).
 


Pensarse en comunidad resultó familiar para todas las participantes, pues formar parte de un resguardo indígena ha implicado durante muchos años organizarse en mingas de pensamiento para compartir tradiciones y analizar el contexto de su territorio; así como participar en mingas de trabajo para construir calles, cocinar ollas comunitarias y hasta despejar deslizamientos de tierra que les puede dejar incomunicadas con el casco urbano.

En sintonía con este pensamiento, las jornadas de la Escuela iniciaban temprano con un espacio de armonización y agradecimiento, donde las asistentes rodeaban un círculo de flores, frutas, verduras y hierbas aromáticas provenientes del territorio. Más tarde, en los espacios formativos, que mezclaban siempre teoría y práctica, se hablaba sobre temáticas variadas, desde los derechos de las mujeres y las poblaciones indígenas, la historia de los movimientos sociales en Colombia, los mecanismos de participación ciudadana y hasta la identificación de las violencias de género.

Durante marzo y abril de 2025, las sesiones también estuvieron adornadas por una manta tejida donde se leía “Juntas construyamos paz”, con motivos como  manos abiertas, aves blancas en vuelo y la estrella de los Pastos, un símbolo que representa para este pueblo el calendario solar. Fue en esos meses, mientras se tejía colectivamente, que se eligió un proyecto que beneficiaría tanto a las participantes como a su comunidad, con fondos de la ARN.
 

A finales de mayo, este proyecto se materializó con el viaje de 25 de las participantes hacia el municipio de Popayán, para encontrarse con otras mujeres firmantes de la organización ‘Las Manuelitas’ y con lideresas indígenas del Cauca, ante quienes  presentaron una agenda de trabajo comunitario y como proyecto insignia el sueño de construir la ‘Casa de la Mujer Mayasquerence’, un espacio para que las mujeres, los niñas y los niños puedan desarrollar actividades lúdicas y formativas sin salir del Resguardo.

Esta agenda comunitaria incluye temas como la inclusión social, el derecho a la salud integral, la representación política y el derecho a la vida; y busca complementar otros programas de reincorporación y reconciliación que han llegado a Nariño, como parte de los compromisos adquiridos por el Estado colombiano y las antiguas FARC-EP con la firma del Acuerdo de Paz en 2016.

En Nariño viven 459 firmantes de paz que realizan su proceso de reincorporación con la ARN; 142 son mujeres y cerca del 65% de este total pertenecen a algún grupo étnico, constituyendo uno de los departamentos clave para el proceso de reincorporación a la vida civil con enfoque de género y étnico, así como para la implementación del Capítulo Étnico del Acuerdo. Es por ello que el Resguardo de Mayasquer y el Consejo Comunitario El Recuerdo de Nuestros Ancestros de Río Mejicano en Tumaco firmaron en el mes de mayo de 2025 los convenios para la implementación del Programa Especial de Armonización (PEA); un compromiso asumido en el Acuerdo para fortalecer el tejido social en los territorios, que se materializará mediante un plan de trabajo entre firmantes de paz y comunidades, promoviendo y respetando procesos culturales y saberes ancestrales para continuar su proceso de reincorporación.

En Cumbal, donde se desarrolló la Escuela, se encuentra una de las áreas de reincorporación más grandes del país, con 120 firmantes de paz y sus familias, que llevan adelante su compromiso por la paz a través del Programa de Reincorporación Integral (PRI), liderado por la ARN. Desde 2016, se han constituido allí tres asociaciones de firmantes, con proyectos productivos enfocados principalmente en la agricultura, piscicultura y ganadería. Dos de estas formas asociativas, ASOMMIPAZ y Asociación Forjadoras de Paz cuentan con importantes liderazgos de mujeres, quienes representan a esta comunidad de firmantes en el Consejo Departamental de Reincorporación (CDR) en Pasto, donde dialogan con instituciones departamentales y locales.

Estas actividades fueron acompañadas por la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia, destacando la importancia de las mujeres en la construcción de una paz estable y duradera.  

“Son guardianas de la paz, en su esencia sin final, construyen un mundo más justo y equitativo, igual. En sus ojos brilla el futuro, y en su andar sin desvío, las mujeres son el faro en nuestro mar bravío” (Tejedoras de Mampuján). 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por: Tatiana Orantes
Oficial de Información Pública - Regional Pasto
Misión de Verificación de la ONU en Colombia