Lorena, del miedo al amor por el rafting

13 Mar 2019

Lorena, del miedo al amor por el rafting

Una sonrisa se dibuja en la cara de Leidi Lorena Leiva Pastrana cuando recuerda su primera experiencia en descender en una balsa por las aguas rápidas del río Pato. 

“Casi me ahogo. Me caí del bote y tomé mucha agua. Con lo que me pasó me asusté mucho, y pensé en no volver, pero al día siguiente vinieron y me insistieron, y menos mal, porque a mí esto me cambió la vida. Ahora sigo en esto, y espero que sea por mucho tiempo”, dice Lorena, entre una de sus risas contagiosas.

Eso fue en noviembre, un mes de mucha lluvia en el departamento de Caquetá, en el sur de Colombia, lo que carga al río Pato de fuerza mientas baja de la cordillera oriental con rumbo a las selvas que llegarán al Amazonas.

Leidi Lorena, nacida y criada en esta región de El Pato, armada de chaleco y remo inició ese día sus prácticas de balsismo, más conocido como rafting, durante mes y medio. A pesar del susto, testaruda y poderosa como es, ella no se rindió y fue al río cada día, le habló, lo conoció, le contó sus historias y dejó que él le contara las suyas. Y una de esas mañanas, el río por fin decidió confiar en ella y la dejó andarlo, y así empezó su nueva historia.

Durante los 45 días del entrenamiento, Leidi Lorena se preparó con esmero. Como todos los días, se levantó antes del amanecer, alistó a sus tres hijas de 17, 5 y 2 años, ordeñó a la vaca, dio de comer a los cerdos, se puso la sudadera y salió de su casa, en la vereda Los Andes, en la vía entre San Vicente del Caguán y Neiva, perdida entre las montañas frondosas y las cascadas cristalinas para caminar hasta el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Miravalle para sus prácticas.

Allí aprendió a sortear los caudales del Río Pato. Con su perseverancia y ganas, se convirtió junto a dos personas más de la comunidad y cinco exguerrilleros en el equipo de nueve guías, certificados internacionalmente, del equipo de rafting de Caguán Expeditions, un proyecto ecoturístico del ETCR de Miravalle y que busca darle una nueva cara a la región del Pato y al Caquetá. 

La Misión de Verificación de la ONU en Colombia los puso en contacto con Ríos Tropicales, una de las principales empresas de Costa Rica en temas de ecoturismo y rafting. Esta empresa envió entrenadores y certificó a los guías de Caguán Expeditions como guías internacionales en rafting.

Ahora, con el apoyo de los costarricenses y la Federación Internacional de Rafting, el equipo caqueteño participará en mayo de este año en el campeonato mundial de este deporte en Tully, Australia, como “el equipo de la paz”.

“Yo me siento muy orgullosa de mí misma. De poder representar a la región de El Pato en Australia. Nunca pensé que me fuera a pasar esto en la vida. Como mujer yo he salido adelante, y esto del rafting me ha enseñado que yo puedo lograr muchas cosas”, dice Leidi Lorena, la única mujer del grupo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En su infancia y adolescencia fueron comunes los bombardeos, los toques de queda, buscar refugio durante los enfrentamientos y la zozobra permanente. Pero, aunque esta tierra no se la ha puesto fácil, ella la ama como a sus propias hijas, y está feliz de la oportunidad que tiene ahora de mostrarla al mundo.

De Australia, ella no se imagina nada, solo sabe que es un lugar muy bonito, lejano, y que seguro será diferente a las montañas que ha visto desde que nació. Y aunque tiene miedo de la que va a ser su primera vez en muchas cosas, está segura de llevar en alto el nombre de su tierra, El Pato. Una tierra que está renaciendo, y que ella, junto con sus ocho coequiperos van a demostrar que la paz se trata justamente de eso: de hacer realidad sueños que parecen imposibles. 
 

Laura Santamaría Buitrago, Oficial de Información Pública
Oficina Regional Florencia, Misión de Verificación de la ONU en Colombia