Esencias de La Montaña es el emprendimiento que lideran mujeres excombatientes de Farc y de la comunidad de La Plancha, en Anorí, Antioquia. Las embajadas de Francia y Noruega, Paso Colombia, el Gobierno (a través de la ARN), OIM y la Misión de Verificación de la ONU en Colombia han acompañado el desarrollo de este proyecto.

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Al despuntar la aurora solo se escuchan un concierto de pájaros y algunos ladridos y maullidos. También el ruido de los utensilios de cocina en el restaurante comunitario donde empiezan a preparar los desayunos. Pero lo que más inquieta a la mente es un olor a yerbabuena y menta que empieza a meterse poco a poco por la nariz y se mezcla con el del café, recién preparado. Así comienza una jornada en el Antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación -AETCR- de La Plancha, en Anorí, Antioquia, donde las plantas aromáticas son la esperanza de varias familias que viven del proyecto Esencias de La Montaña.

A medida que se recorre este lugar, ubicado a 6 horas por carretera de Medellín, se encuentran pequeñas huertas con hierbas aromáticas y medicinales en las puertas de las casas. Hay ruda, penca de sábila, romero y “dormidera”. También están la caléndula y algunos cilantros y cebollas.

A escasos metros de allí está una mujer con una sonrisa muy amplia. Lleva poco maquillaje y tiene el cabello recogido. Sus manos están muy cuidadas y luce un delantal blanco, impecable. “Buenos días. Soy Luz Omaira Agudelo, más conocida como Maribella. Soy excombatiente, soy la encargada de Género del AETCR y también soy la responsable del proyecto Esencias de la Montaña, con otras dos compañeritas, porque el proyecto es del Comité de Género. Y también soy enlace de reincorporación”, dice mientras enseña el taller.
 

Antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación -AETCR- de La Plancha, en Anorí, Antioquia.

Hay jabones -de varios colores, formas y aromas-, pomadas y aceites con distintos ingredientes naturales, como la miel, cultivados en huertas caseras y en un vivero ubicado en el mismo espacio. “Este es de caléndula, muy buena para los dolores, desinflamar”, explica Luz Omaira mientras hace un recorrido por el lugar.
 

Productos de Esencias de La Montaña listos para distribución en Anorí y municipios vecinos.
 

En Esencias de La Montaña trabajan 27 mujeres, excombatientes de Farc y de la comunidad, y tres hombres. La idea nació de una de ellas, con el propósito de comercializar productos de aseo, personal y para el hogar. Pero, con el paso del tiempo, surgió la necesidad de hacerlo ecológico, sostenible y con plantas medicinales.

Este valor agregado no es gratuito en una zona donde excombatientes y comunidad sueñan con sacar adelante un proyecto turístico con enfoque ambiental, después de haber realizado una bioexpedición que permitió encontrar nuevas especies para la ciencia.
 

Una gran huerta de romero y sábila se encuentra en el AETCR La Plancha, Anorí.

“Es un proyecto muy bueno porque estamos pensando en la sostenibilidad económica de las mujeres. La comunidad internacional es la que más ha apoyado los proyectos de reincorporación. Esencias La Montaña lo financió, en su mayoría, la Embajada de Francia.  También hemos tenido apoyo con la Embajada de Noruega con lo del tema de Arando la Educación. La ONU y OIM nos han apoyado y con la ARN hemos tenido mucho acompañamiento. Entonces, son muy importantes porque sin ellos, en este caso sin la ONU y sin esas entidades pues no avanzamos”, agrega Omaira.
 

Esencias de La Montaña ha participado en distintas ferias de productos en Antioquia. Ahora espera ampliar sus canales de distribución.
 

La Misión de Verificación de la ONU en Colombia acompaña esta iniciativa desde sus inicios articulando a la comunidad internacional. “Supimos de los fondos que tenía la Embajada de Francia a través de PISCCA y lo pusimos en conocimiento, tanto de excombatientes como de ARN, quienes juntos formularon el proyecto y en 2019 ganaron el concurso a nivel nacional a través del cual financiaron los primeros aportes para para ponerlo en marcha”, precisó Felix Gismera, oficial de enlace en Antioquia.

El proyecto Esencias  de La Montaña forma parte de una sombrilla con la marca “La Montaña” entre los que se cuentan confecciones y miel.  En tal sentido, John Montoya, presidente de la Cooperativa Coomuldesna, que agrupa a las personas en proceso de reincorporación, destaca el liderazgo de las mujeres y la participación activa en cada uno de ellos.
 

Las mujeres se han convertido en generadoras de empleo, de sustento para las familias y de apoyo comunitario. Pero, según precisa Montoya, se necesitan más garantías para que puedan tener sostenibilidad en el tiempo. Una de ellas es el acceso a la tierra.

En tal sentido, Luz Omaira considera que se requiere, además, la posibilidad de poder tener tiempo de calidad con sus familias ahora que ellas, 5 años después de la firma del Acuerdo de Paz, son madres.
 

El romero y la ruda también son cultivadas por las mujeres de Esencias de la Montaña.

Hoy dice que no quiere volver al pasado y la paz que siente con las esencias y el aroma de las plantas “es como renacer”. “Al principio fue muy duro porque cuando hay un cambio de vida, es muy duro. Pero yo me siento muy feliz porque tengo mis hijos, tengo dos niños”, resalta.

 La maternidad, el poder aprender y ahora liderar un proyecto con enfoque de género, son tres de las cosas que agradece cada vez que se levanta y puede oler una planta aromática.
 

 “Estoy feliz porque estamos haciendo estas cosas que nos gustan, porque igual nosotros somos del monte, bueno, éramos del monte y somos del campo, conservamos la naturaleza, entonces muy bueno… A mí me encanta esto”

 
“Estoy feliz porque estamos haciendo estas cosas que nos gustan, porque igual nosotros somos del monte, bueno, éramos del monte y somos del campo, conservamos la naturaleza, entonces muy bueno… A mí me encanta esto”, finaliza.

Elizabeth Yarce
Oficial de Información Pública, Regional Medellín
Misión de Verificación de la ONU en Colombia.