La Mujeres de Villa Paz

19 Abr 2023

La Mujeres de Villa Paz


La Mujeres de Villa Paz 

 

Villa Paz es el nombre que recibió el antiguo Espacio Territorial de Reincorporación y Capacitación de Filipinas en el municipio de Arauquita, la comunidad decidió llamarlo así porque hay una comunión entre lo que es el antiguo ETCR y el corregimiento de Filipinas y su comunidad.

En Villa Paz se conmemoró el Día Internacional de la Mujer, con una marcha que salió del pequeño caserío del corregimiento, avanzó por los polvorientos caminos que conducen al antiguo ETCR y terminó en la zona común donde, al menos, unas 200 personas y sus hijos e hijas disfrutaron de una jornada de actos culturales.
 


Las tensiones por la organización y la puesta en marcha de los actos recayeron en cuatro mujeres que con distintos roles son protagonistas del día a día de la convivencia en Filipinas, son testigo de la manera como el Acuerdo de Paz ha logrado que la comunidad y los firmantes de paz lleven 6 años conviviendo sin ningún hecho de violencia.
 


Marcela es una bumanguesa, víctima de la violencia basada en género, ya perdonó y dice que llegó a Villa Paz porque su esposo consiguió trabajo como escolta y los dos trabajan para sacar sus hijos adelante. Los niños de la comunidad le abrazan, y ella nunca niega una sonrisa ni atención para los pequeños, alguno le alcanza a decir “mamá”, muestra del cariño que ella tiene a quienes han llamado “los hijos de la paz”, niños entre los 5 y 7 años que participan de los bailes y diferentes actos culturales que son dirigidos por Marcela.

“Me metí mucho en el ámbito de la cultura y las manualidades, los actos culturales. Poco a poco me fui integrando a la comunidad y ellos me dieron oportunidad de trabajar en el comité de cultura, soy profesora de danza, manualidades, teatro. Soy decoradora también. Nos hemos integrado y hemos venido a aportar a la paz, a la unión y al progreso”, dice mientras carga a uno de los pequeños niños que le pide comida.

“Creamos un grupo de danza de niños y de mujeres, ensayamos todas las tardes, integrando a los niños en la danza. Acá se siente la paz y la calma. Es una vereda pequeña y tranquila pese a los problemas, pero es mucho más importante lo positivo”, agrega recordando que la vida en las grandes ciudades es muy fría y costosa.
 

Marcela es una bumanguesa, lidera el grupo de danza y artes de Villa Paz.


Las mujeres de Villa Paz creen que aún falta camino para erradicar el machismo en la sociedad. Marcela coincide en que en la conmemoración del Día de la Mujer es una buena oportunidad para expresar su inconformismo. “Ya no más sumisión, queremos demostrar que somos capaces de lo que queramos, somos inteligentes, poderosas, y necesitamos que nos valoren”.

“Ya no más sumisión, queremos demostrar que somos capaces de lo que queramos, somos inteligentes, poderosas, y necesitamos que nos valoren”.

 

 

 

 

 

 

Iris Milena es firmante de paz y promociona su fundación “Narrando en Red” que le permite realizar talleres sobre lo que significa la búsqueda de la verdad. “Hemos desarrollado dinámicas nuevas como que la búsqueda de la verdad a través del cuerpo. A veces uno ve mujeres traqueadas por el sol y con cicatrices por la violencia, esa es una expresión de la verdad”, dice Iris explicando el significado de las cicatrices de la guerra.
 

Iris Milena es firmante de paz y lideresa de la fundación “Narrando en Red”. 


Es crítica y pone el dedo en la llaga cuando se trata de hablar de la situación de las mujeres en su comunidad. “Nos falta mucho empuje a nosotras como mujeres, debemos seguir alzándonos para seguir luchando por nuestros derechos y expresar lo que sentimos”.

“Nos falta mucho empuje a nosotras como mujeres, debemos seguir alzándonos para seguir luchando por nuestros derechos y expresar lo que sentimos”.

 

 

 

 



Iris entiende que la reincorporación es un proceso complejo que requiere de mucha persistencia para no desfallecer ante las dificultades, con nostalgia recuerda su vida en armas y rememora momentos que tienen que ver con el trato a la mujer en la extinta guerrilla. “En armas me sentí orgullosa, allá nos enseñaron muchos valores, nos enseñaron a ser mujeres fuertes e independientes para no depender de nadie, los mismos hombres no eran machistas. En la guerrilla nunca me dijeron que por ser mujer no servía para algo. El cambio en la sociedad civil es tremendo, a nosotras nos miran y nos estigmatizan, creo que es una etapa que tenemos que pasar”.

Tras la firma del Acuerdo de Paz Iris fue madre y con contundencia afirma que la historia de su vida es digna para que su hija la entienda y la sepa con detalle. “Aún no le he explicado a mi niña de dónde vengo y qué hice, porque está muy chiquitica. Pero más grande a ella le voy a decir todo para que sepa quién es su mamá”.

 

Alexandra también le apostó a la firma del Acuerdo de paz tras 8 años en la guerra, es una mujer calmada y reflexiva, es una colaboradora a tiempo completo de los distintos comités del antiguo ETCR y para ella las conmemoraciones de las luchas de las mujeres siempre han sido la razón que mueve sus convicciones. “Desde que estábamos en armas, siempre hacíamos los actos del día de la mujer. Nosotros defendíamos los derechos de las mujeres en la guerra. Los 8 de marzo normalmente se cambiaban los roles con los compañeros. Nosotros no hacíamos guardia y nos dedicábamos a bailar y a conmemorar esa fecha”

Alexandra coincide con Iris al afirmar que en las FARC sentían respeto por ser mujeres “porque los deberes y derechos eran iguales para todos”.
 

Alexandra es firmante de paz y habitante de Villa Paz. 


Alexandra es analítica y entiende la sociedad desde los nuevos roles, acepta que es una sociedad machista, pero insiste en los modelos de autocuidado integral y nuevas masculinidades como una nueva caracterización de la sociedad que sueña. También fue madre tras la firma del Acuerdo y se preocupa por las nuevas tecnologías en la educación de los niños. “Debemos explicarles a nuestros hijos de dónde venimos nosotros y luchar contra el Internet que está absorbiendo mucho a la niñez”

 

Maria Fernanda es firmante del Acuerdo de Paz y pertenece al comité de salud, de Cultura y punto focal de género del programa de “Hábitos del Cuidado” que se implementa en Villa Paz.  Es una mujer que tiene un mensaje contundente y no vacila en sus objetivos. “Todavía no podemos cantar victoria, tenemos mucho por hacer, tenemos que sacar ese machismo en la sociedad. Aquí un porcentaje de los hombres son excombatientes y tienen formación integral, ellos nos acompañan a las actividades de mujeres, pero lamentablemente hay otros que no tienen la misma actitud”, dice al reconocer que en Villa Paz también existen problemas de violencia machista.
 

Maria Fernanda es firmante del Acuerdo de Paz y pertenece al comité de salud, de Cultura y punto focal de género del programa de “Hábitos del Cuidado” en Villa Paz. 


También hace una crítica al actual modelo de sociedad que existe en Colombia. “Tengo que reconocer que el tránsito a la sociedad civil ha sido duro, en la guerrilla había gente que le daba a uno apoyo. Ahora uno pelea hasta con la familia, somos estigmatizadas, con el solo hecho de decir que vivimos en el ETCR ya nos descartan, pero a pesar de eso lo que queremos es seguir y construir el camino para nuestros hijos. El mensaje es que las labores no tienen género”

“Me siento orgullosa cuando mi hijo me dice que lava los platos, que hace aseo. La educación del futuro es que nos quitemos las etiquetas, a los niños no le pueden hacer bullying en el colegio porque tiene un termo rosado, ¿eso qué tiene que ver? Las mujeres han sobresalido cuando les han tocado a sus hijos, por ejemplo, la Gaitana, ella fue una guerrera y por liberar a su hijo liberó un pueblo indígena”.

A las mujeres de Villa Paz les recae en su espalda la responsabilidad de moldear una sociedad diferente, entienden que deben insistir en la lucha de sus derechos contra el patriarcado y ven claramente que el futuro está en la implementación del Acuerdo de Paz en su enfoque de género, ahí está la clave para que “no volvamos a tener la tristeza de saber que alguna compañera ha sido golpeada o asesinada”. 

 

Por: Diego Morales
Oficial de Comunicación Estratégica - Regional Cúcuta
Misión de Verificación de la ONU en Colombia