En La Pradera, Putumayo, las mujeres en proceso de reincorporación trabajan para su empoderamiento

22 Abr 2019

En La Pradera, Putumayo, las mujeres en proceso de reincorporación trabajan para su empoderamiento

En el bajo Putumayo, a pocos kilómetros de la frontera con Ecuador, se encuentra el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de La Pradera. Allí, más de 130 personas están llevando a cabo su reincorporación a la vida civil. De ellas, casi 50 son mujeres y decidieron tomar la palabra, organizarse y asegurar así su empoderamiento económico con su liderazgo.

El fruto del trabajo de estas mujeres es la Asociación de Mujeres Integrales del Común (ASOMIC), con la cual han creado y puesto en marcha varios proyectos, entre ellos, uno de piscicultura con geomembranas es financiado por fondos extrapresupuestarios del Departamento de Asuntos Políticos de Naciones Unidas, implementado por la Misión de Verificación de la ONU en Colombia y el PNUD.

“Somos 26 mujeres en la asociación. [La Asociación] se creó con el fin de sacar adelante a las mujeres excombatientes y proyectarnos hacia el futuro. Pensamos en salir adelante con proyectos y formación”, cuenta Arlenys Sánchez, presidenta de la ASOMIC, quien asegura que organizarse ha sido para las mujeres de La Pradera una de las formas de asegurar su autonomía económica.

Para Paula, quien trabaja como punto focal de género del ETCR, el avance en su formación les ha permitido aumentar su presencia en los espacios de decisión de La Pradera.

“Nuestro trabajo es hacer que la mujer se visibilice, se empodere, se adueñe de sí misma, porque con oportunidades la mujer puede salir adelante sola”, apunta Paula. 

Una panadería, un restaurante y una sastrería que ya cuenta con maquinaria, son otros proyectos que ASOMIC tiene en marcha actualmente. Ahora buscan apoyo en insumos y formación para avanzar con estas iniciativas.

Las mujeres de La Pradera también trabajan en temas de liderazgo, en el que es esencial el enfoque de reconciliación. Para ello, han generado un diálogo constante con las mujeres de las comunidades aledañas: “Discutimos con las mujeres dirigentes de las comunidades las formas de trabajar juntas por la igualdad de género. Eso lo hacemos con los comités y las asociaciones de mujeres. También las invitamos a las capacitaciones que se hacen en el Espacio Territorial”, añade Paula.

Para Arlenys, Paula y las demás mujeres de La Pradera, fomentar la igualdad de género es un esfuerzo cotidiano, y de diálogo permanente. Ellas están convencidas de la importancia de este trabajo, pues saben que un proceso de reincorporación exitoso debe incluir a las mujeres como protagonistas, así como sus necesidades económicas, educativas y la garantía de sus derechos.

 

Laura Santamaría
Oficial de Información Pública, regional Florencia 
Misión de Verificación de la ONU en Colombia