Reconocimiento, perdón y construcción de paz en honor al padre José Antonio Beltrán en Landázuri, Santander

26 Oct 2021

Reconocimiento, perdón y construcción de paz en honor al padre José Antonio Beltrán en Landázuri, Santander


En el departamento de Santander, el equipo de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas asistió al acto de reconocimiento y perdón de parte de los firmantes del acuerdo de paz quienes expusieron su sentir tras 30 años del asesinato del padre José Antonio Beltrán.

El acto se realizó en Landázuri, Santander, y fue denominado como el “Acto de Verdad, Reconciliación y Reconocimiento Temprano de Responsabilidad en Memoria del Padre José Antonio Beltrán”. El Padre Beltrán fue asesinado el 2 de octubre de 1991. Treinta años después y tras cinco años de la firma del Acuerdo de Paz, los excombatientes reconocieron su responsabilidad y pidieron perdón a las víctimas. El acto fue impulsado por la Diócesis de Vélez.
 


El evento inició con una ofrenda floral en la escuela de la vereda Cucuchonales, y allí se instaló el acto de memoria con las comunidades. Posteriormente la Diócesis de Vélez invitó a los participantes del evento a realizar una peregrinación hasta la quebrada de Cucuchonales, local donde el Padre José Antonio fue asesinado. Integrantes del hoy Partido Comunes, la Misión de Verificación de Naciones Unidas, la Jurisdicción Especial para la Paz, la Comisión de la Verdad, y representantes de la comunidad acompañaron esta actividad simbólica, que terminó con la instalación de una placa en el lugar donde el Padre José Antonio murió en el año 1991.

La peregrinación dio paso a una eucaristía en la cual se recordó el legado del padre José Antonio, un peregrino que fue descrito por la comunidad como un mártir que siempre se preocupó por el desarrollo de la región y cuyo asesinato impactó profundamente a las comunidades.



A la comunidad internacional le fue concedido un espacio en el que participó Arnault Serra-Horguelin, jefe de la Oficina Regional de Cúcuta de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas y quien resaltó las prioridades del Secretario General en la implementación del acuerdo de paz: “hacemos énfasis en las prioridades del Secretario General sobre las condiciones para la reconciliación, que bonito es ver cómo se recuerda al padre José Antonio Beltrán. En nuestra oficina regional hay personas de 17 nacionalidades diferentes esto demuestra la esperanza de la comunidad internacional en el proceso de paz. Este es un gran primer paso, quiero reconocer la valentía de las víctimas de aceptar el reconocimiento y perdonar, eso no se logra fácilmente. También reconocemos la valentía de los excombatientes para reconocer y pedir perdón”.


"Quiero reconocer la valentía de las víctimas de aceptar el reconocimiento y perdonar, eso no se logra fácilmente. También reconocemos la valentía de los excombatientes para reconocer y pedir perdón”.












Los representantes de Pastoral Social reafirmaron las bondades del padre José Antonio de quien dijeron que “profesó un amor infinito por los humildes campesinos, fue un visionario en las selvas del Magdalena Medio santandereano, fue inspirado por el Espíritu Santo para trazar carreteras para el beneficio de los campesinos. Siempre buscó el bienestar de la comunidad, fundó colegios y sacó del analfabetismo a muchos jóvenes, a los campesinos les enseño a sembrar y a trabajar el ganado”.

Un representante, escogido por las comunidades de la región del Opón, recordó que “el Padre José Antonio era un verdadero pastor de la igualdad social, los falsos mesías no solo mataron al sacerdote, sino mataron los sueños de una comunidad. Hoy es evidente que el desarrollo en esta comunidad es mínimo. Gracias a Dios actualmente hay paz, pero no podemos olvidar que el progreso de la comunidad es el que garantiza la paz, no queremos que nuestros jóvenes emigren a las ciudades, nos estamos quedando solos”.

En nombre de los firmantes del Acuerdo de Paz, Rodrigo Londoño reconoció que “hemos soportado una pesada carga moral, una profunda vergüenza que nos deshonró como revolucionarios ante el mundo, al haberle quitado la vida de manera tan despiadada al Padre José Antonio Beltrán. No los vamos a abandonar. Necesitamos a unir esfuerzos con la palabra. Hemos comprendido y entendido que sin un arma en la mano también podemos luchar por mejores condiciones. Tengan la seguridad que, de aquí, de este evento sale otro Rodrigo Londoño."



Por el gobierno nacional participó Víctor Alejandro Rhenals, delegado del Ministerio del Interior para temas religiosos: “entendemos el gesto de pedir perdón por los hechos ocurridos a un líder religioso, nuestro Estado colombiano no es indiferente a los sentimientos religiosos, por eso debemos velar por los Derechos Humanos y proteger a las personas y a sus creencias. Quiero decirle a la Iglesia Católica que cuenten con el Ministerio del Interior para garantizar el derecho fundamental de libertad religiosa y de cultos. Entendemos el liderazgo religioso como la construcción del tejido social”.

El 2 de octubre, fecha del asesinato del Padre, participaron en la eucaristía en San Ignacio del Opón Rodrigo Londoño, Pastor Alape, Sandra Ramírez, Jairo Cala, Erasmo Traslaviña, Carlos Ivan Peña, Pedro Trujillo, entre otros firmantes del Acuerdo de Paz..  

“Duele profundamente esta responsabilidad de haber dejado a estas comunidades sin uno de sus líderes espirituales más importantes, a su amigo y promotor de la defensa de los Derechos Humanos y del desarrollo de la región del Opón. Estamos cumpliendo un compromiso moral y ético que teníamos con las comunidades de esta región. Desafortunadamente hace 30 años unidades nuestras asesinaron de manera inconsulta al párroco José  Antonio Beltrán. La verdad es que gracias al proceso de paz pudimos venir a esta comunidad a hacer el reconocimiento de ese abominable crimen. Hicimos un compromiso para ayudar a que se implemente el acuerdo de paz, ya que es la base del desarrollo del campo colombiano”, dijo Rodrigo Londoño.

La celebración del día 2 de octubre también contó con la participación de un artista local, que ofreció a Rodrigo Londoño una pintura que representa, a través del simbolismo de la paloma, las transformaciones y transición de la sociedad santandereana desde la firma del Acuerdo de Paz, y el poder transformador de la reconciliación en este proceso.  

El acto de reconocimiento terminó con un almuerzo para compartir de manera informal con las comunidades que hicieron llegar mensajes sobre las necesidades que existen en la región en temas de infraestructura vial y de condiciones para el progreso para la región del Opón en Santander.



Diego Morales
Oficial de Información Pública - regional Cúcuta
Misión de Verificación de la ONU en Colombia