Palabras SRSG en evento "3.000 voces por la democracia"

11 Nov 2025

Palabras SRSG en evento "3.000 voces por la democracia"


Palabras SRSG Miroslav Jenča en evento “3.000 voces por la democracia: Experiencias de candidatas en Colombia para erradicar la violencia contra las mujeres en política”


Bogotá, 11 de noviembre de 2025. Quiero expresar mi más sincero agradecimiento por la invitación al evento: 3000 Voces por la Democracia: Experiencias de candidatas en Colombia para erradicar la violencia contra las mujeres en política.

No hay paz sostenible ni democracia sólida sin las voces y los liderazgos de las mujeres en toda su diversidad, rurales y urbanas, étnicas, de orientación sexual e igualdad de género diversa, jóvenes, firmantes del Acuerdo Final de Paz, campesinas, con discapacidad, desplazadas o víctimas del conflicto.

En este año en que el mundo conmemora Beijing+30, seguimos enfrentando una dolorosa paradoja. Tres décadas de avances normativos y aún la igualdad política de las mujeres sigue siendo una promesa inconclusa.

Las raíces de la desigualdad, la violencia y la pobreza siguen entrelazadas con la falta de participación efectiva y segura de las mujeres en la vida pública.

Algunos datos nos ayudan a dimensionarlo: a nivel global, las mujeres ocupan apenas el 27% de los escaños parlamentarios y el 35% de los cargos locales.

En contextos de conflicto, esa cifra cae al 20%.  En Colombia, solo el 24,5 % de los cargos territoriales están encabezados por mujeres y solo 8 de 19 ministerios están liderados por ellas.

Uno puede decir que 8 es una alta cifra de 19 ministerios, pero hay que trabajar más para lograr la igualdad y contar con al menos el 50% de representación.

Muchas enfrentan violencia política con amenazas, hostigamientos y ataques digitales, especialmente contra mujeres afrodescendientes, indígenas, rurales y LGBTI.

Pero frente a esta realidad, el contexto colombiano también ofrece señales de esperanza y compromiso. Aún en el contexto electoral, que es fuente de riesgos, pero también de oportunidades.

La adopción del primer Plan de Acción Nacional 1325 en 2024 y la reciente expedición del decreto que formaliza su Comité de Seguimiento, marcan un hito histórico.

Se suman a la Ley 2453 contra la violencia política hacia las mujeres avances e instrumentos como la Alerta Temprana Electoral con enfoque de género emanada al principio de octubre, que fortalecen el marco institucional para una participación libre de violencia y más equitativa.

Vemos también resultados alentadores en las elecciones 2023–2024, las mujeres votaron más que los hombres y alcanzaron el 40% en listas electorales.

Hoy el Congreso cuenta con una representación femenina histórica del 30%, y no es fortuito que casi la mitad de las leyes aprobadas en el último período legislativo tienen enfoque de género.

El Acuerdo Final de paz sigue siendo una hoja de ruta única: sus medidas de género sobre participación política consagran la paridad en espacios de decisión. La inclusión de mujeres en partidos y la representación de mujeres víctimas en los Consejos Territoriales de Paz.

Para la Misión de Verificación, estos compromisos son un pilar fundamental del mandato que nos confía el Consejo de Seguridad.

Permítanme también subrayar el papel de las mujeres jóvenes. Ellas representan el relevo democrático y la sostenibilidad de la paz.

La Resolución 2250 sobre Juventud, Paz y Seguridad nos recuerda que la juventud no es solo beneficiaria de la paz, sino actor clave para transformarla.

Su liderazgo político y comunitario es vital para consolidar una paz duradera.

Los instrumentos están sobre la mesa: el PAN 1325, la alerta temprana electoral, el Compromiso por un proceso electoral libre y en paz, acompañados por el Sistema de Naciones Unidas y por la sociedad civil.

Pero ahora debemos pasar del compromiso normativo a la transformación estructural. Solo así podemos alcanzar una paridad real y efectiva en todos los niveles de representación política; fortalecer la protección integral para lideresas y defensoras; reconocer el cuidado como pilar de la democracia y construir alianzas sostenibles entre Estado, sociedad civil y cooperación internacional.

Iniciativas como Más Mujeres, Más Democracia, en cuyo marco este evento ha visto la luz, demuestran que la acción multiactor puede transformar positivamente realidades.

Desde la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia, reafirmamos nuestro compromiso para que las voces de las mujeres y de la juventud sean escuchadas, protegidas y decisivas en el rumbo del país.

Porque la paz se consolida cuando las mujeres, todas las mujeres, pueden decidir, liderar y transformar en igualdad y sin miedo.

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