Mandé ya no está tan lejos

22 Feb 2019

Mandé ya no está tan lejos

Hace más de una década los combates entre grupos armados no permitían llegar a esta región de Urrao, Antioquia, en los límites con Chocó. Hoy sus habitantes y un grupos de exguerrilleros de Farc que adelanta allí su proceso de reincorporación quieren escribir otro comienzo.  

Ver Galería fotográfica

En noviembre de 2018 en Vásquez Viejo, la zona donde vive la mayoría de los habitantes de Mandé, en Urrao, en el Suroeste de Antioquia, la celebración fue larga: Llegó el internet.  En esta región no hay agua potable ni carretera y el río está a 3 días del pueblo más cercano, mientras en las trochas son dos días y medio de camino en mula para llegar a la cabecera municipal.

Sin embargo, algunos de los pobladores piensan que hoy están más cerca del resto del mundo. Y no lo dicen por esta conectividad que trajo uno de los integrantes del Consejo Comunitario que vende pines para que la gente pueda acceder a la red. O porque desde finales de 2016 cuentan con energía eléctrica. La razón es que el miedo los tenía aislados y desterrados.

“Si no se hubiera dado el proceso de paz, los ‘mandeseños’ seguiríamos más olvidados y gracias a ella pudieron entrar técnicos a poner energía y otros a poner el sistema para poder tener una red wifi. Viene gente de otros lados, eso antes no se veía por aquí”, comenta Fermín presidente de la Junta de Acción Comunal de Vásquez y miembro del Consejo Comunitario por la Identidad Cultural Mandé.

Para el Consejo Comunitario de Mandé, garantizar mejores condiciones de vida para la primera infancia es una de las prioridades en este corregimiento.

Agrega: “Ha sido un cambio muy bonito. Ya uno se acuesta más tranquilo, aunque tenemos zozobra de que como fue un territorio habitado por Farc en el pasado, otro grupo armado que no quiera la paz se nos pueda meter acá. Pero de verdad que ya no tenemos miedo a las bombas, a los enfrentamientos. Para nosotros es de vital importancia la paz y hemos visto el cambio en el sentido de que no hay muertos por la guerra”.

“Yo me siento orgullosa de la paz… Antes, estábamos callados, ahora reímos en medio de los problemas, que nunca faltan, pero estamos en la tierra y en el río en el que nacimos”, comenta Omaira Díaz, habitante del pueblo.

 

Hace más de dos años, el último hecho de violencia fue una “riña de borrachos”, como relata una de las mujeres de la zona. Tampoco se está muriendo la gente por disparos. “Aquí ya se muere o de vieja o por problemas de salud, picaduras de culebra. Pero ya no sentimos ese miedo de antes”, añade.

Otros resaltan la capacidad de reconciliarse: “Aquí hay víctimas de la guerrilla. Hay exguerrilleros. Hay soldados que patrullan y cuidan el pueblo. No sabe lo distinto que es verlos saludar a todos.  Yo personalmente soy víctima, pero dispuesta a ayudar”, explica Sofía Tejada, madre de familia.

 

Los habitantes de Mandé en conversación con comisión interinstitucional que visitó la zona en compañía de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia. De la delegación hicieron parte la Alcaldía de Urrao, Defensoría del Pueblo, JEP, la Gobernación de Antioquia, el Consejo Nacional de Reincorporación -componente Farc-, ICBF, Unidad de Víctimas, OACP, ARN, Consejo Noruego para los Refugiados, entre otros.

 

Una oportunidad

Los integrantes de Farc llegaron a este pueblo después de vivir en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación de Vidrí, en Vigía del Fuerte, el cual fue cerrado el año pasado por decreto gubernamental.

Juan Ángel Cuesta, después de 11 años en Farc, volvió a Mandé a reencontrarse con su familia. “Tengo tres hijos y a ellos y a mis padres los conmovió mucho que yo llegara, de un momento a otro, porque nunca pensaron que nos íbamos a reencontrar. Y yo tampoco lo creía. Más de 10 años sin verlos”, recuerda.

En su proceso de reincorporación Juan Ángel hizo el curso de Enfermería en el marco del programa Promotores Rurales de Salud. “Ahora les estoy pidiendo una oportunidad y quiero estudiar Medicina y poder ayudar. Mis compañeros quieren también trabajar, cultivar y sacar la cosecha a vender (…) Hoy en día analizo que durante la guerra jamás pensé en que llegara a la paz y me preguntó ¿Yo qué fui a hacer allá? Y lo cierto es que no quisiera volver”, dice.

José Aristides Santos, representante legal del Consejo Comunitario de las 7 comunidades negras de Mandé, es optimista y piensa que todos merecen una oportunidad: “Estoy contento con el proceso, se han visto muchos cambios. Por ejemplo, avanzamos en diálogos para proyectos y estamos trabajando con los excombatientes porque la verdad ahora necesitamos sacar esto adelante. En el pasado vivimos tiempos amargos, incluso con mucha restricción para acceder a alimentos desde el pueblo. Ahora, sentimos que tenemos libertad de andar por cualquier lado y es como una de las cosas que nos tienen satisfechos”, explica.

El Consejo Comunitario facilitó un espacio para que las personas en proceso de reincorporación puedan trabajar. “Teníamos algunas tierras que no se estaban usando y ya muchos la están cultivando. Pero nosotros no queremos diferenciar, queremos decir que todos somos comunidad porque ya ellos se reincorporaron y ya no queremos decir excombatientes sino comunidad”, recalca Aristides Santos.

Agrega que de la mano del proceso de reincorporación que se adelante con los exguerrilleros por parte del Gobierno, también se esperan obras que garanticen a los habitantes solucionar sus necesidades básicas insatisfechas. “Un acueducto, por ejemplo”.

En Mandé, la Misión de Verificación de la ONU avanza en las labores de su mandato en el marco del Acuerdo de Paz y facilitó la visita de una comisión institucional a la zona que revisó las condiciones de esta comunidad. De la delegación hicieron parte la Alcaldía de Urrao, Defensoría del Pueblo, JEP, la Gobernación de Antioquia, ICBF, Unidad de Víctimas, OACP, ARN, Consejo Noruego para los Refugiados y el Consejo Nacional de Reincorporación -componente Farc-, entre otros.

“Acompañamos esta misión interinstitucional porque creemos que la participación y compromiso de los actores locales en estos espacios de reincorporación es clave para mantener la paz y asegurar que los procesos que hoy se adelantan sean sostenibles”, dice Sandra Merayo, oficial de enlace de la Misión de Verificación de la ONU en la oficina regional de Medellín, quien acompañó esta visita.

Comisión que visitó a Mandé realizó distintas actividades lúdicas con los niños y las niñas, entre ellas la proyección de cine infantil y varios juegos.

Nota relacionada: Un parto en paz

 

Elizabeth Yarce, Oficial de Información Pública - Regional Medellín
Misión de Verificación de la ONU en Colombia