Entre colores, libros y fotos también se construye paz.

5 Mar 2018

Entre colores, libros y fotos también se construye paz.

Al pasar por La Cooperativa, en Vistahermosa, es imposible no fijarse en la casa de colores que alberga a la Biblioteca Pública Móvil. A este llamativo lugar llegan diariamente niños, niñas, jóvenes y adultos de las veredas y del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de la zona que gracias a esta iniciativa del Ministerio de Cultura ahora tienen a su disposición una colección de alrededor de 600 libros, computadores, tabletas y lectores de libros electrónicos portátil para consulta y préstamo.

Pero la biblioteca ha sido mucho más que el espacio físico y los materiales, también se ha convertido en un hilo conductor de valiosos procesos de reconstrucción del tejido comunitario y de reincorporación social, en un territorio profundamente lastimado por el conflicto armado. “Lo que estamos haciendo es eso, generando espacios de paz” señala Derian Castañeda, encargado de esta biblioteca, quien con propiedad y convicción nos cuenta sobre los servicios innovadores que ofrecen.

Tanto a La Cooperativa como a las veredas cercanas, el equipo de la biblioteca ha llevado en su “maleta viajera” cine-foros, talleres culturales y otras actividades que han aportado al proceso de reincorporación en el plano social, a través del encuentro, el diálogo y el reconocimiento del otro, antes distante o incluso enemigo, como parte de la misma comunidad.

Un ejemplo de lo anterior, nos cuenta Derian, fue la pintura colectiva de murales, en la que excombatientes y demás habitantes de la vereda intercambiaron ideas y trabajaron juntos para embellecer entornos comunes. La Policía también ha sido un gran aliado de la biblioteca, acompañando y facilitando el transporte de los materiales, y participando activamente en las iniciativas.

En una de las salas auxiliares Derian nos muestra una pequeña exposición de fotos, y nos cuenta cómo mujeres de La Cooperativa, del ETCR y de otras veredas participaron en talleres de fotografía para aprender a retratar su trabajo y su cotidianidad. Son fotos de mujeres -sus rostros, sus vidas, sus labores- capturadas por el lente de estas mismas mujeres. “En el proyecto de fotografía lo que vimos fue una necesidad de la comunidad, no se estaba reflejando lo que las mujeres están generando”, dice Derian quien destaca el rol protagónico que tienen ellas en la construcción de paz.

Hace apenas 9 meses, el mismo Derian nos relataba, a través de recuerdos de su infancia, cómo la guerra y el miedo habían marcado la historia de la vereda. Pero también nos decía que el acuerdo de paz había sido como una luz al final de un largo túnel. Él mismo es quien hoy lidera este proceso de cultura y reconciliación, y con ilusión nos habla de su trabajo: “Así como ellos aprenden, uno también, día a día, está construyendo y aprendiendo. Es algo muy bonito”.

Gracias a los libros, dispositivos electrónicos y talleres de la biblioteca móvil, pero especialmente gracias al compromiso, voluntad y disposición de personas como Derian Castañeda -que conocieron el conflicto, saben el largo camino que aún queda, y deciden levantarse todos los días a sumar en este recorrido-, nuevas generaciones de viejos adversarios hoy construyen juntos una realidad distinta. 

 

Por: Daniela Lucía Vargas Moreno, Oficial de Información Pública - Oficina Regional de Villavicencio.
Misión de Verificación de la ONU en Colombia.