En Remedios le apuestan a la reconciliación territorial.

16 Abr 2018

En Remedios le apuestan a la reconciliación territorial.

Un grupo de 140 víctimas y 25 excombatientes de Farc y de las AUC se encontraron en este municipio del nordeste de Antioquia para avanzar en la construcción de la paz territorial y la convivencia, en el marco de “Encontrémonos por la reconciliación”.

 

En el coliseo del municipio de Remedios, en el nordeste de Antioquia, un grupo de 140 víctimas del conflicto armado y 25 excombatientes de Farc y de las Auc participaron en un acto de reconciliación territorial, a favor de la convivencia, la tolerancia y la prevención de estigmatización en una zona donde hoy conviven todos.

Muy temprano, Remedios se llenó de globos blancos y las fachadas de las casas, entidades y Comando de la Policía fueron decorados para la ocasión. Adentro del escenario deportivo, víctimas y victimarios encendieron velas para simbolizar “la luz de la esperanza”.

 

Desde el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación -ETCR- de Carrizal, a cuatro horas de la cabecera municipal, llegaron los excombatientes de Farc, junto con Pastor Alape. Mientras que acompañados por la Ong Semillas de Esperanza, vinieron representantes de las desmovilizadas AUC. En el corazón del coliseo estaban las víctimas.

Poco a poco, el sitio se fue llenando y luego de una ceremonia privada que comenzó desde las horas de la mañana, se dio paso a un acto público donde también participó la comunidad, dado que se trataba de un ejercicio de reconciliación territorial.

El evento comenzó a las 2:00 de la tarde cuando la alcaldesa de Remedios, Lucía del Socorro Carvajal, agradeció a todos los allí presentes poder mirarse a los ojos y dar un primer paso por la reconciliación. “Una de las cosas que tenemos que lograr es la paz que tanto hemos anhelado, ver que todos cabemos, y que hay una voluntad y deseo por parte de los excombatientes de cambiar su relación con la sociedad”, expresó.

“Todos nosotros que tenemos el privilegio estar aquí en este evento el día de hoy, lo vamos a recordar para siempre. El día de hoy, los colombianos reunidos en este coliseo están dando un ejemplo al país entero del camino a seguir hacia un futuro mejor, reconciliado con un pasado doloroso. Las Naciones Unidas valora enormemente este ejercicio de reconciliación entre las víctimas y los ex combatientes de Farc y de las Autodefensas Unidas de Colombia, y por ello la comunidad internacional está decidida en acompañar iniciativas como estas en articulación con el Gobierno Nacional y el gobierno departamental y local”, añadió Richard Clarke, jefe adjunto de la oficina regional de Medellín de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia.

Destacó los desafíos que siguen enfrentando las víctimas en este momento y frente a los cuales se requiere que todos – Estado, sociedad civil, comunidad internacional –  las rodeen. “En este sentido, todo el sistema de las Naciones Unidas en Colombia está comprometido en acompañar a las víctimas del conflicto armado en su camino hacia el restablecimiento de todos sus derechos. También tenemos un gran compromiso con la reincorporación de los ex combatientes de las Farc, así como las comunidades afectadas por el conflicto”, resaltó Clarke.

Después, la voz del padre jesuita Francisco De Roux, presidente de la Comisión del Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición de Colombia, llenó el auditorio quien se puso de pie y lo acompañó en un minuto de silencio.  Dijo que estos actos tienen que multiplicarse en Colombia y pasar por todas partes en el país, “en la sinceridad del corazón”.   Para ello, la Comisión que preside trabajará intensamente para garantizar los derechos de las víctimas.

Insistió en que “perdonar no es ofrecer impunidad. Es ofrecer toda la verdad. Reparar todas las victimas. Deponer todos los odios. Encontrar justicia”. Y valoró que sea desde el territorio donde surjan estos esfuerzos por reconciliarse.

 

Cintas de esperanza

Las víctimas y los excombatientes se encontraron en primer momento en un acto privado, enfocado a la elaboración del duelo. Posteriormente, se realizó un encuentro público ante la comunidad local en el que participaron de un acto simbólico conjunto y compartieron reflexiones sobre el valor de la reconciliación para avanzar con la construcción de la paz y la convivencia territorial.

Representantes de las víctimas, ex integrantes de Farc y Auc se ubicaron en el centro del escenario y empezaron a cortar varias cintas que tenían un valor simbólico. La roja, por ejemplo, significaba “cortar para siempre con el derramamiento de sangre”; la negra, el luto y el dolor y con ese corte esperaban que no volviera la violencia. La verde, una esperanza y la blanca el compromiso con la paz. Estas últimas no fueron cortadas como mensaje fuerte de reconciliación.

 

Desde la perspectiva de las víctimas, “Encontrémonos por la Reconciliación” aportó como medida de satisfacción dentro del proceso de recuperación emocional como parte de la reparación y a favor de la no repetición de los hechos victimizantes.

Con ese fin, durante las semanas previas, tanto las víctimas como los exintegrantes de Farc y AUC, se prepararon para el encuentro con talleres psicosociales desarrollados por la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas -UARIV-, Arte de Vivir y Confraternidad Carcelaria, enfocados al manejo del duelo y en entender su rol en reconciliación y la convivencia territorial.

Al final del encuentro, que también incluyó actos culturales, presentaciones musicales y relatos de memoria histórica, se realizó la firma del Libro por la Reconciliación Territorial y la proclama con los compromisos por parte de los delegados de las víctimas, los excombatientes y las instituciones.

“El territorio tiene heridas profundas que esperan las manos sanadoras de las víctimas y la presencia curadora de las personas y organizaciones armadas que antes le causaron daño, pero hoy quieren defender la vida y curar las heridas abiertas”, fue uno de los mensajes de la proclama leída al final por el coordinador territorial en Antioquia del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo -PNUD, Carlos Iván Lopera, quien apoyó la articulación de todos los actores que juntaron sus manos por la reconciliación en Remedios.

 “La reconciliación es un acto de amor y generosidad con el territorio. Lo sucedido en Remedios, donde varios actores armados que hicieron presencia en una región participaron en un mismo espacio de una ceremonia de reconciliación con el territorio y se comprometieron a la no repetición de acciones de guerra, es un hecho poderoso que nos llena de esperanza y fe. Un país sin odios es posible.  Cito a un excombatiente: es la primera vez que veo a un actor armado de otro grupo sin odio. La esperanza facilita la convivencia y nos vuelve a llevar al camino de la hermandad. Mención especial y respeto reverencial a las víctimas de la región. Su participación en este proceso, su actitud abierta y respetuosa y sus expresiones compartiendo el dolor nos llevaron a un ambiente de comunión de dolores pero también de comunión de esperanzas. Ellas, a veces compartiendo con palabras, pero también con silencios favorecen los caminos de reconciliación” : Carlos Iván Lopera, coordinador territorial del PNUD en Antioquia.

 

¿Por qué se realizó este encuentro?

Se trata de una iniciativa que surgió en la Mesa Departamental para la Reincorporación de Antioquia, a través de la Submesa de Reconciliación, que articula el trabajo de la Gobernación de Antioquia, el Gobierno Nacional, las autoridades locales, academia, FARC y las Naciones Unidas en torno a este tema crucial para cumplimiento al Acuerdo de Paz.  Entre las entidades participantes se encuentran la Gobernación de Antioquia a través de la Gerencia de Paz; La Presidencia de la República, a través  de ARN, OACP, y UARIV; las ONG Fucepaz, Arte de Vivir, Confraternidad Carcelaria Colombiana;  Farc; Semillas de Paz - Cahucopana- ACVC- PNUD- Misión de Verificación de la ONU en Colombia.

Por: Elizabeth Yarce Ospina
Oficial de Información Pública / Regional Medellín.
Misión de Verificación de la ONU en Colombia