“Mi gran proyecto de vida es mi hija”

9 Sep 2022

“Mi gran proyecto de vida es mi hija”


El nacimiento de su hija es el principal logro. Pero un programa de fútbol dirigido a niños, niñas y adolescentes y una ladrillera ecológica son las otras semillas que ha sembrado el firmante de la paz Luis Soñeth (o Robert, como lo conocen todos), en el antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación de La Plancha, en Anorí, Antioquia. También emprende con otros excombatientes un proyecto de turismo.

Con apoyo de la cooperación internacional, PNUD Colombia, la Misión de Verificación de las Naciones Unidas, varias entidades y fundaciones privadas, y el Gobierno, a través de la ARN, avanzan estos proyectos, luego de 6 años de la firma del Acuerdo de Paz. (Ver galería fotográfica)

 

Una hija de un mes de nacida es el gran fruto de la paz para Luis Soñeth quien junto a su esposa construye un hogar en el antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación de La Plancha, en Anorí, Antioquia. Foto: Juan S. Trillos, PNUD Colombia.


“Mi gran proyecto de vida es mi hija”. Mientras contiene las lágrimas, Luis Soñeth Chancata — o Robert, como prefiere ser llamado y como lo conocen en la comunidad y el antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación de La Plancha, en Anorí, Antioquia — repite una y otra vez esta frase. La bebé tiene un mes de nacida y ha sido desde hace tiempo el gran sueño de este excombatiente de las Farc.

“Yo digo que mi hija es mi proyecto de vida porque he soñado ya sentarme y hacer un hogar, compartir en familia y que eso no es fácil para mí por la trascendencia que vengo de la guerra. Mi proyección es decir soy un papá”, comenta.

Con la bebé en sus brazos, promete que hará todo lo posible para que pueda crecer lejos del conflicto, tenga oportunidades, pueda soñar, estudiar, ser profesional… Recuerda que desde que era niño ingresó a la guerrilla y, por eso, su gran meta es que no solo su hija, sino todos los niños, niñas y adolescentes crezcan lejos de la guerra.

“Nací en Barranquilla. A los 9 años me llevaron a las Farc…Entonces ahora quiero que mi niña tenga una vida muy feliz. Por eso estoy acá como firmante de paz y me siento muy orgulloso de haber conseguido tres proyectos. Entre eso, uno que me siento súper orgulloso que es mi familia, es mi hija”.

“Nací en Barranquilla. A los 9 años me llevaron a las Farc…Entonces ahora quiero que mi niña tenga una vida muy feliz (...)".

 

 

 



Las otras dos semillas de la paz que ha sembrado en la región, en su proceso de reincorporación, son una escuela de fútbol y una ladrillera ecológica en la que participan habitantes de la vereda y excombatientes. No se queda allí y añade una cuarta que quiere fortalecer con sus compañeros de La Plancha: el proyecto de turismo comunitario “La casa de la vida”. "Para mí es muy importante el proyecto porque estamos involucrando a personas de la población y otras comunidades y a largo plazo será muy importante para esta región del Nordeste antioqueño. En esto hubo apoyo de PNUD y la Misión también”, dice.

 

Casa de ladrillos ecológicos

La idea nació de los excombatientes y habitantes de las veredas La Plancha, San Isidro y La Primavera y otras cuatro comunidades: fabricar ladrillos de tierra con solo uno por ciento de cemento. Con acompañamiento de PNUD (que aportó 160 millones de pesos) y del SENA (que realizó el proceso de formación) comenzó su desarrollo en 2019. A la fecha, 60 personas esperan poder comercializarlos y construir viviendas en esta región.

Con el apoyo de PNUD Colombia  y el Gobierno a través de la formación del SENA se impulsó el desarrollo de la ladrillera ecológica que ya dio un fruto en la comunidad: la construcción de una vivienda para una familia. La Misión  de Verificación de la ONU también ha acompañado el proceso. Foto: Juan S. Trillos.


Según Soñeth, sacan la tierra de las montañas de La Plancha y ya han descubierto cinco tipos de materiales que son aptos para la elaboración de ladrillos. “Cada color es un tipo de tierra y al ser ecológico todos los procesos se hacen de manera manual, menos la compresión”, precisa. 

“El PNUD nos aportó una máquina con la cual estamos construyendo 570 ladrillos por día. Trabajamos de 7 de la mañana hasta las 4 de la tarde. La meta es sacar 3.000 al día. Pero necesitamos apoyo para conseguir insumos como cal y cemento, entre otras cosas”, dice el excombatiente.

El impulso del proyecto generó un proceso comunitario entre excombatientes y comunidad para construir una casa de ladrillo ecológico para una familia de adultos mayores, de Anorí, quienes durante la pandemia requerían un techo para vivir en La Plancha. “Nos unimos y construimos entre todos esta casa. Donamos los ladrillos”, añade.
 

Casa ecológica construida durante la pandemia para familia en la vereda La Plancha. Foto Juan S. Trillos.


“Robert lideró la idea y empezamos a poner ladrillo por ladrillo. Es una casa súper bonita, una casa muy cómoda, una casa que la tenemos prácticamente ecológica. Puedo decir que esta casa es producto del Acuerdo de Paz y gracias a la solidaridad de todas estas personas”, comenta Eunice Quiroz, la propietaria, quien habita allí con su madre y un hermano.
 

La construcción de la casa de ladrillo ecológico para la familia de Eunice Quiroz fue un modelo de reconciliación y solidaridad en La Plancha durante la pandemia. Fotos: Elizabeth Yarce.

 

Fútbol Semillas de Paz

La idea era sencilla: una escuela de fútbol donde todos y todas pudieran aprender, jugar y competir. Así fue como hace 5 años nació “Semillas de paz” bajo el liderazgo de Luis Soñeth. Tal fue la acogida que muy pronto excombatientes, fuerza pública y la comunidad de La Plancha se unieron para sacar adelante esta iniciativa.

Niños, niñas y adolescentes entre los 7 y los 16 años empezaron a llegar a la cancha, ubicada a escasos metros de la institución educativa de La Plancha, para entrenar con “Robert”, pues así lo conocen todos. Al inicio eran 25 y ya son cerca de 200 pues llegan de 11 veredas vecinas. “A través del deporte se crean lazos de hermandad, se enseña disciplina. Yo me formé en Coldeportes y aquí estoy dispuesto a ayudar porque como les decía, tenemos que aportar para que estos jóvenes crezcan sanamente. Yo como firmante de paz, les brindo esa oportunidad de respeto, de compromiso, de lealtad, porque estamos en formación deportiva, esto nos hace crecer”, explica.
 

Semilla de Paz está cumpliendo cinco años. Inicialmente contó con el acompañamiento del Gobierno a través de la ARN; PNUD, la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, Fundación Kunna, entre otras organizaciones. Foto: Jaír F. Coll.
 

“Con Robert hemos aprendido mucho. Con el fútbol aprendo paz, tranquilidad y convivir con los demás”, comenta María Marulanda, de 13 años quien entrena cada 8 días.

“Para mí Semillas de paz es un lugar donde uno puede venir a compartir con los demás compañeros. Venir a disfrutar un ratico jugando fútbol y también micro. Robert es una persona muy carismática. Nos tiene mucha paciencia. Nos enseña demasiado, la verdad. Él es como nuestro guía”, agrega Mariana Cano, quien vive en el antiguo ETCR de La Plancha.

“Con Robert hemos aprendido mucho. Con el fútbol aprendo paz, tranquilidad y convivir con los demás”.

 

 

 



Luis Soñeth, o Robert, agradece que en distintas etapas haya contado con el apoyo de distintas entidades y organizaciones, como ARN, UEFA, la Fundación Kunna, PNUD, la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, la Policía, entre otros, las comunidades y sus compañeros excombatientes de La Plancha.  “Creemos que expandiendo este deporte, esta formación de disciplina, vamos a contribuir a la paz, vamos a contribuir al país, vamos a contribuir al mundo”.
 

Semillas de Paz empezó con cerca de 25 niños, niñas y adolescentes de La Plancha y veredas vecinas. Hoy ya son más de 200. Fotos: Jaír F. Coll. Especial para la Misión de Verificación de la ONU en Colombia. (Ver galería de fotos)
 

“Creemos que expandiendo este deporte, esta formación de disciplina, vamos a contribuir a la paz, vamos a contribuir al país, vamos a contribuir al mundo”.

 

 

 

 



“Le agradecemos a las Naciones Unidas por ese apoyo que nos han brindado, porque nos han llevado a un espacio de liderazgo donde yo quiero que también los niños sean líderes en la cuestión deportiva. (…) No quiero que tomen el camino que cogí cuando yo era muy niño”.

Luis Soñeth abraza a su hija y sueña un futuro con ella: “Siento mucho amor por los niños, niñas y jóvenes que han pasado por Semillas de Paz. Pero lo que siento por mi niña hace que esté así llorando. Lloro, pero de alegría”.
 

Niños, niñas y adolescentes de La Plancha y veredas vecinas participan de la escuela de fútbol Semillas de Paz impulsada por Luis Soñeth y que ha contado con apoyo de distintas entidades y fundaciones como ARN, Fundación Kunna y Naciones Unidas, entre otros. Fotos: Elizabeth Yarce.
 

La escuela de fútbol Semillas de Paz es un referente de reconciliación en Anorí, Antioquia. Este grafiti en La Plancha, es un homenaje a Luis Soñeth. Foto: Elizabeth Yarce.


Elizabeth Yarce Ospina
Oficial de Comunicación Estratégica-Medellín
Misión de Verificación de la ONU en Colombia