Palabras de Carlos Ruiz Massieu, Representante Especial del Secretario General y Jefe de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia

Sesión del Consejo de Seguridad

12 de julio de 2023

Muchas gracias, Señora Presidenta,

Quisiera agradecer esta nueva oportunidad de presentar el más reciente informe del Secretario General sobre la Misión de Verificación en Colombia, así como tener la posibilidad de actualizar al Consejo sobre desarrollos relacionados con la implementación del Acuerdo Final, así como con otros esfuerzos en materia de construcción de paz.

Es un gusto, como siempre, estar con el Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Álvaro Leyva, a quien aprovecho para reiterarle gratitud por la continua colaboración del Gobierno del Presidente Petro con la Misión, así como las Naciones Unidas en Colombia de manera general.

Me honra también estar en presencia de Diana Salcedo, una destacada lideresa que trabaja de manera incansable en la implementación de las disposiciones de género del Acuerdo, y en el plan de acción nacional de acción para la resolución 1325 sobre mujer, paz y seguridad.
 

Señora Presidenta, Distinguidos Miembros del Consejo,

Cuando este Consejo se reunió en julio del año pasado, acababa de ser elegido un nuevo gobierno en Colombia en medio de un gran optimismo sobre las perspectivas de avance en la construcción de paz. Resalté, en ese momento, la enorme oportunidad y responsabilidad que tendría el gobierno del Presidente Gustavo Petro para acelerar la implementación del Acuerdo.

Creo ciertamente que los avances registrados en el último informe del Secretario General son un indicador de que la implementación está tomando impulso en varios puntos del Acuerdo, incluidos los que han estado rezagados a pesar de tener el mayor potencial para hacer frente a las causas profundas del conflicto. Especialmente dignas de mención son las numerosas disposiciones del Plan Nacional de Desarrollo relacionadas con la paz, la mayor atención prestada a la reforma rural integral y la asignación de fondos muy necesarios para la implementación del Acuerdo de Paz.

La creación del Ministerio de la Igualdad, liderado por la Vicepresidenta Francia Márquez, así como los progresos de la Oficina de la Vicepresidenta en el diseño de mecanismos para avanzar en la implementación del capítulo étnico del Acuerdo, son pasos importantes para mejorar la situación de las comunidades indígenas y afrocolombianas y de otros grupos vulnerables.

Una planificación y una coordinación sólidas serán importantes para maximizar el potencial de estas iniciativas para producir dividendos de paz tangibles. Para tal fin, aprovecho la oportunidad para reiterar la importancia de seguir adelante con la decisión de nombrar a una persona de alto nivel en la Presidencia dedicada a supervisar la implementación del Acuerdo Final de Paz.
 

Señora Presidenta,

El Congreso también tiene un papel clave en la implementación del Acuerdo. Celebro la aprobación de la legislación relativa a la reforma rural integral y confío en que todos los actores políticos seguirán encontrando la forma de construir consensos para consolidar la paz. 
 

Señora Presidenta, Distinguidos Miembros del Consejo,

La centralidad de las víctimas es una promesa del Acuerdo y un principio fundamental de su implementación. Mientras la Jurisdicción Especial para la Paz continúa avanzando en sus distintos macrocasos, incluyendo a través de nuevas imputaciones, las voces de las víctimas demandando verdad, justicia, reparación y no repetición han resonado con fuerza en recientes audiencias de la Jurisdicción con comparecientes de las diferentes partes del conflicto.

Una de estas audiencias se llevó a cabo en Dabeiba, Antioquia, donde a pesar de las amenazas de muerte por parte de quienes buscan obstaculizar la verdad y la justicia se llevaron a cabo dichos eventos. Comparecientes de la fuerza pública reconocieron con impactantes testimonios su responsabilidad en ejecuciones extrajudiciales, crímenes que ilustran la degradación del conflicto.

La presencia de varios ministros y funcionarios del Gobierno en esta diligencia supone un gesto significativo y un paso importante hacia el objetivo imperativo de la no repetición del conflicto.

Confío en que la JEP continúe avanzando decididamente hacia la emisión de sus primeras sanciones propias, lo que sin duda marcará otro hito en el proceso de paz colombiano.

Adicionalmente, las víctimas y organizaciones de la sociedad civil han persistido en la búsqueda de justicia por crímenes relacionados con la violencia sexual en el conflicto, y continúan a la espera de una decisión definitiva por parte de la JEP con respecto a la apertura del Caso 11 sobre esta temática.

Por último, con respecto a la JEP, quiero aprovechar esta tribuna para reiterar mi solidaridad frente a las nuevas amenazas denunciadas el día de ayer por el Presidente de la JEP, el Magistrado Roberto Vidal.
 

Señora Presidenta,

En cuanto al proceso de reincorporación, me hago eco del Secretario General al elogiar el nuevo enfoque del Gobierno, que hace hincapié en la sostenibilidad, la reincorporación comunitaria con énfasis en la reconciliación, el acceso a la tierra, las cuestiones de género y el empoderamiento de las mujeres. La aprobación por las partes de una estrategia de sostenibilidad para apoyar proyectos productivos colectivos y la asignación de fondos para este fin son acciones importantes. La aprobación de nuevos proyectos colectivos, el apoyo adicional a iniciativas individuales y al acceso al empleo impulsarían significativamente los medios de vida de miles de excombatientes y ayudarían a afianzar su transición a la vida civil.
 

Señora Presidenta, Miembros del Consejo,

Lamentablemente, la violencia sigue obstaculizando la materialización del pleno potencial del Acuerdo. Confío en que las recientes mejoras en materia de garantías de seguridad, como la adopción de una nueva política de seguridad y defensa, pronto rendirán fruto y contribuirán a mejorar la situación en las regiones afectadas por el conflicto.

Una de estas regiones es el Catatumbo, donde recientemente tuve la oportunidad de asistir a una mesa humanitaria convocada por líderes locales y organizaciones de base. Sus llamados a una mayor presencia del Estado y sus instituciones y servicios, a alternativas legales a los cultivos ilícitos y a perseverar en la resolución del conflicto armado a través del diálogo, son las mismas que se escuchan en muchas zonas rurales del país.
 

Señora Presidenta,

A medida que avanza la implementación de la reforma rural, se observa un aumento de la violencia contra los líderes campesinos y los reclamantes de tierras, y de los obstáculos contra los funcionarios del gobierno que trabajan en la reforma agraria.

También es preocupante la persistente violencia contra excombatientes, cinco de los cuales han sido asesinados desde la publicación del informe del Secretario General.

Apenas la semana pasada, otro espacio de reincorporación fue reubicado debido a la inseguridad, con docenas de excombatientes y sus familias trasladándose de Vista Hermosa, Meta, al cercano municipio de Granada. Confío en que el apoyo del Gobierno se traduzca pronto en soluciones duraderas tanto para los excombatientes como para las comunidades de acogida.

Es necesario hacer mucho más para proteger a quienes ejercen roles de liderazgo y defienden los derechos de comunidades enteras, así como a quienes de buena fe dejaron las armas en virtud del Acuerdo de Paz.
 

Señora Presidenta, Miembros del Consejo,

Aprovecho la oportunidad para condenar una vez más el reciente ataque armado contra miembros de la Iglesia Católica en Caldono, Cauca, y para reiterar nuestra solidaridad con la Iglesia, un aliado invaluable para la construcción de la paz y la reconciliación.

Asimismo, de cara a las elecciones territoriales de octubre, hago un llamado a los actores armados ilegales para que respeten el derecho de la ciudadanía y de candidatos y candidatas de todos los partidos políticos a participar en una campaña libre de amenazas.

Reitero el llamado a las autoridades para que se tomen las medidas que sean necesarias para garantizar unas elecciones en un ambiente seguro y participativo, con plenas garantías para la participación de la mujer en la política.
 

Señora Presidenta,

El impulso del Gobierno a la implementación de aspectos clave del Acuerdo de Paz ha ido en paralelo con esfuerzos de diálogo con grupos armados de distinta naturaleza. Estas dos vertientes son complementarias y se refuerzan mutuamente.

Los resultados alcanzados en Cuba en el tercer ciclo de negociaciones entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) son muy alentadores. La semana pasada, entró en vigor el cese de acciones ofensivas entre las partes, un paso hacia la plena vigencia del cese al fuego bilateral, nacional y temporal a partir del 3 de agosto.  Asimismo, en pocos días se instalará el Comité Nacional de Participación, el cual impulsará el involucramiento amplio de la sociedad en el proceso de paz. Confío en que la voluntad de las partes se mantenga y dé lugar a nuevos avances.

Por otra parte, y a pesar de los desafíos, se destacan también los acercamientos con el grupo que se autodenomina “Estado Mayor Central FARC”. El anuncio conjunto hecho por el Gobierno y este grupo el 8 de julio respecto a la instalación de una mesa de diálogos de paz es una noticia positiva. Espero que la construcción de confianza entre las partes continúe, y que pronto tengamos desarrollos respecto al inicio formal de las negociaciones y un renovado cese al fuego nacional. 

Esta y otras iniciativas de diálogo son una oportunidad para lograr compromisos concretos para reducir el sufrimiento de la población civil víctima del conflicto y en lo particular disminuir la violencia contra los excombatientes y los líderes sociales.
 

Señora Presidenta y Distinguidos Miembros,

Los diálogos ofrecen oportunidades, además, para que las Naciones Unidas redoble su apoyo a la paz.  Es un momento crítico en el que la voluntad decidida de las partes, con el respaldo de la comunidad internacional, puede consolidar procesos de paz incipientes. Reitero en este contexto, la convicción del Secretario General de que la Misión puede hacer una contribución importante a través del monitoreo y la verificación de los ceses al fuego.

Sin duda, los avances registrados durante este periodo son muestra de que, con el concurso de diferentes actores, los esfuerzos para consolidar la paz están rindiendo importantes resultados.

Para que Colombia pueda al fin ver materializado el anhelo de la no repetición, es fundamental perseverar y construir sobre los logros alcanzados, enfrentar de manera decidida los retos de seguridad y no desfallecer en la búsqueda de una solución a la violencia que priorice el diálogo. Estamos ante una ventana de oportunidad en la cual el apoyo de este Consejo de Seguridad resulta decisivo.

Muchas gracias, Señora Presidenta.

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