El cacao alimenta los sueños de paz de La Cooperativa.

4 Mayo 2018

El cacao alimenta los sueños de paz de La Cooperativa.

En el año 2000, James Castañeda, sus padres y sus 4 hermanos (ahora son 5), llegaron a la vereda La Cooperativa, en Vistahermosa, Meta, en busca de oportunidades, alejándose de la violencia que se vivía en el departamento del Tolima.

Aunque encontraron un escenario similar, James no perdió nunca la esperanza de encontrar y dar alternativas de desarrollo en esta zona del oriente colombiano.

“En realidad, en ese tiempo la mentalidad no era sólo de uno, a veces te obligaban a tomar decisiones. Cuando eso, se hablaba de la coca y como se veía que ese cultivo se vendía como pan caliente, y uno llega de una ciudad sin oportunidades, entonces había que sembrar”, cuenta James.
 


Tendrían que pasar 18 años y un Acuerdo de Paz para que la mentalidad y la realidad cambiaran. Hoy día, a pocos metros del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de La Cooperativa, James lidera un proyecto productivo de cacao, con el cual quiere construir empresa y empezar una nueva historia de vida, desligándose de las dinámicas de la guerra.

Con este cultivo de cacao, James quiere aportar, desde sus posibilidades, al desarrollo económico y social de la zona: “Vengo trabajando con mi proyecto de vida, que es generar empleo, ayudarles a los pelados que les falta ese empujoncito que uno tuvo dado lo de la paz. La idea es seguir trabajando y creciendo, y empezar a pensar en empresa, en crear algo más grande y bonito”.

James trabaja con un grupo de 10 jóvenes de La Cooperativa, y su meta en el corto plazo es poder emplear de manera estable a 12 o 15 personas de la vereda, del ETCR y de la región. Para él, la paz significa oportunidades, construcción de tejido social y una apuesta por el campo.


“Sé que hemos mejorado mucho con el proceso de paz y uno siempre quiere seguir mejorando, ¿cierto? Mejores oportunidades tanto para uno como para las familias que han vivido lo bueno y lo malo en La Cooperativa… porque son muchas cosas, no es fácil contarlo, a veces esto hace que a uno le den ganas de llorar por muchas cosas que pasaron, amigos, compañeros, familia que les tocó irse para siempre, y nunca más volvieron”, narra James.

Aún hay un largo camino por recorrer, reconoce él, con retos que van desde mejorar el estado de las vías o la provisión de servicios públicos para su comunidad, hasta la consolidación de una cadena de comercialización para el cacao, y para las demás iniciativas productivas que de un tiempo para acá empezaron a verse en la vereda.


“Solamente no hablamos en La Cooperativa de cacaocultura, de verdad que en La Cooperativa se habla de ganadería, se habla de cultivos de caña, se está hablando de otros cultivos que pueden ser mejores (…) y vives tranquilo”.

James nos lleva a un recorrido por el cultivo, nos presenta a su equipo de trabajo y nos explica las distintas etapas de producción: el vivero, los abonos, el secado, el fermentado.

Para él, el paso a seguir es encontrar aliados comerciales, que le permitan seguir creciendo y ofrecer opciones a los jóvenes de su comunidad, “crecer con oportunidades”, como repite varias veces, crecer en un nuevo contexto en el que el campo sea protagonista y la paz su estado natural.

 

Por: Daniela Vargas, Oficial de Información Pública - Regional Villavicencio. 
Misión de Verificación de la ONU en Colombia.